Fadua A. Acuña Pinzón
En Colombia la profesión de Comunicación Social o
periodismo ha sido denigrada desde muchos aspectos, por ejemplo, con
comentarios de que es una carrera fácil, que los que la estudian son “presentadorcitos”
o la mas común que se estudian chismes y sus aulas están llenas de chismosos,
muy a pesar de lo anterior, el periodista a omitido ese tipo de comentarios.
Ahora German Manga pinta un paisaje aún más desolador
para los profesionales y futuros periodistas, nos muestra que ser periodista es
una muerte inminente en el mundo laboral desde dos factores, el primero la
falta de oportunidades laborales ligadas a sueldos mediocres y en segundo lugar
los retos casi “inalcanzables” de la nueva era digital.
El punto de vista “caótico” que nos plantea Manga, sin
invalidarlo, yo le digo ¡NO!, estudiar este oficio NO es un disparate, es una
vocación.
El periodismo es una pasión, pasión por la lectura, la
escritura, la información, la adquisición continua de conocimiento, y aprovecho
para decirles a los que opinan que es facil que no lo es, es una profesión
de vida donde cada día se está en continuo conocimiento tanto de libros como de
experiencias. Es la profesión que tiene que estar a la vanguardia de todas las
demás profesiones y de cada una se enriquece el propio yo. Ser periodista es la
capacidad de adquirir y transmitir conocimiento desde diversas perspectivas,
diversos actores y con ello lograr un impacto.
Respecto a Manga, le digo que todas las profesiones se
encuentran en un mundo competitivo, obviamente el periodismo no es la
excepción, todas las ciencias están de una u otra manera en un cambio
en lo que respecta a la nueva era digital, donde se pasó de lo técnico a lo
tecnológico y esto último mantiene en constante cambio al que cada día incluso
desde la cotidianidad de la vida debemos acostumbrarnos.
Un periodista no solo debe acostumbrarse a los nuevos
retos de la digitalización, sino que debe cambiar todo su estilo de vida, como
levantarse y mientras toma un vaso de agua o desayuna, leer que paso la noche
anterior y que son los nuevos acontecimientos esa mañana, mientras se ducha
escuchar el noticiero que después de mucho tiempo y varios cambios de emisora o
canal, aprendió a discernir que es el que mejor información y más clara ofrece,
y así durante toda la rutina diaria, incluso antes de dormir lo último por
hacer es saber es que condiciones esta, no solo la región o país en el que se
encuentre sino el mundo en general.
El periodista debe acostumbrarse a un cambio total,
radical es su rutina diaria, en dejar de ver esa película que te gusta porque
debes investigar sobre el nuevo acontecimiento, o dejar atrás una tarde de
amigos por que debes entrevistar una fuente importante para un reportaje, aprender
a querer temas que no son de nuestro agrado pero que es importante tener en
cuenta, por ejemplo en mi propia experiencia he tenido que “luchar” con el área
deportiva debo admitir que solo de nombrarlo me da algo de pereza pero es un
reto que debo asumir y superar y como esto muchos periodistas se ven envueltos
en retos personales, por lo tanto no se trata de que debe cambiar o fortalecer
un periodista para estudiar esta profesión, quien decida hacerlo debe saber de
ante mano que su vida por completo cambiará y seguirá en continuo cambio y ese
cambio debe fortalecerse.
Como periodistas no solo somos profesionales más entre
el montón de estudiantes y graduados, ser periodista es comprender e
interactuar con el entorno, ser tanto objetivo como subjetivo y lo mas
importante a partir del conocimiento construir sociedad, somos un puente entre
la información y la comunidad, somos transmisores de una comunicación efectiva
y que esa transmisión la podemos ejercer en muchas ramas y no solo como lo
muestra German manga siendo parte de medios masivos de comunicación; me refiero
a que hay comunicadores investigadores, organizacionales, comunitarios,
escritores, parte de oficinas de prensa en cualquier institución y si también
algunos que trabajan en radio, prensa o televisión, todo depende de la pasión y
el enfoque que se le dé a la profesión, mientras aún exista el entusiasmo de
las simples cosas como acercarse a un micrófono o de ver tus escritos
finalizados o publicados, mientras la pasión se mantenga, el estudio de la
comunicación social seguirá valiendo la pena.